martes, 8 de julio de 2025

EL VÁSTAGO APROVECHADO

  

 
 
 
 
 
Hay un “ señorito “ maduro,
 
al que no se le ha conocido
 
duro trabajar, salvo breves y llevaderos
 
servicios y ayudas laborales en el
 
negocio familiar. 
 
Pero por el sudor de sus padres
 
devino en rico.
 
“ Vive como un  rey “,
 
a gastos pagados, más
 
el obsequio frecuente de
 
de un abultado sobre.
 
El viejo patriarca corre
 
siempre con los gastos,
 
hasta pagar el importe
 
del diario pan.
 
El aprovechado vástago,
 
pretextando no llevar suelto,
 
le pide 5 euros para
 
comprarse un helado.
 
Que le acompañe también,
 
frecuentemente, a algún
 
establecimiento cercano
 
para hacer necesarias o caprichosas
 
compras, que el “ abuelo “ pagará.
 
Si no se ve, no se cree.
 
Es un caso raro y excepcional
 
en el ambiente en que uno se mueve.
 
La duda consiste en si el
 
continuado proceder relatado,
 
responde a tacañería, exprimir
 
la fruta, saciarse con el “ maná “,
 
o es una conjunción de causas,
 
confluyentes en el real caso
 
observado y descrito.
 
El anciano padre, que es avispado y listo,
 
es consciente de la actitud del hijo;
 
preguntándose que, a estas alturas,
 
qué va a hacer. Lo ha acostumbrado
 
mal, y tiene que “ tragar “.
 
El mucho dinero que al “ patriarca “
 
le queda, aunque merme, no se agotará.
 
En la partida final todo aquí se quedará,
 
y su larga descendencia, si no se tuercen
 
la cosas, lo heredará.
 
Anticipos los ha hecho ya.

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