El anuncio hecho por el Presidente Zapatero el viernes pasado, 29 de Julio, que las elecciones generales, tan demandadas y ansiadas, serian el próximo veinte de noviembre, nos llenó de gozo y salpicó con dosis de zozobra. De gozo, porque ya era hora de que lo decidiera quien mantuvo que agotaría la legislatura, puesto que España no merece tan larga agonía en la que nos ha sumido él y sus campanilleros. De zozobra, por la fecha elegida del 2O-N( muerte de Francisco Franco y fusilamiento de José Antonio Primo de Rivera), a la que no debe ser ajeno el siniestro manipulador Rubalcaba, por sospechar que no es mera casualidad si no que responde a retorcido cálculo para, en su momento, en mítines socialistas y a través de recordatorios subliminales en las terminales mediáticas que dominan, intentar, bajo falsos pretextos, asociar al Partido Popular con el franquismo y la ultra derecha. No es probable que cuele el cuento de una nueva versión del doberman, pues los hechos son los que son y difícilmente se preste oído al manido recurso de que viene el lobo.
Peor y mas sectariamente que ha gobernado ZP, del que hasta hace unos días fue su vice-presidente Rubalcaba especialista en muñir maldades, es imposible que se repita. Aquel es ya pesadilla pasada y éste el desesperado salvavidas socialista al que se ha recurrido como aspirante sucesor, cuando resulta que es hinchable con más agujeros que un colador por muchos parches con que los quiera disimular. Pero cual trampero cazador maquinará todas las diabluras imaginables para cobrar pieza, y tal vez alguna ya esté sigilosamente en marcha.Listo debe andar el PP, pese a las favorables encuestas, para sortear trampas y diabluras.
Rubalcaba apretará el acelerador para nuevos comunicados de ETA en el mal llamado proceso de paz; pero qué más da lo que estos asesinos digan o hagan si ya tienen a su voceros en las Instituciones, si han conseguido por graciosa concesión la mayor parte de sus aspiraciones. La mente fanática criminal perdurará en ella de por vida, activa o hibernada, cual paradigma de sangrienta secta destructiva. Su última aspiración, la independencia del País Vasco e imposición mediante el desafiante matonismo totalitario, al estilo del extinto régimen marxista leninista albanés, es cuestión de tiempo que espera recibir como añadidura, y si hay que volver a las andadas lo hará.
Es por todo ello por lo que es vital, para España y los españoles, que tras las elecciones del 20-N, el PSOE pase a un retiro de reflexión, vestido con penitente sayal o ciñéndose el mandil; a su gusto. Que se desprenda de sus lastres y, cuando llegue otra vez a gobernar, sea con sensata y buena gente con sentido del Estado y no por intereses y enjuagues partidistas.
De no ser así, si el PSOE volviera a gobernar con apoyos, porque el PP no obtuviera la mayoría absoluta ni formalizara los acuerdos necesarios para poder gobernar, en las próximas navidades en vez de comer los deliciosos turrones de Jijona nos harán engullir, como suplicio, los denominación de origen Alfredo a base de almendra amarga con sabor a cianuro.
Si gobierna el PP, no va a ser un camino sobre rosas sino sobre erial minado e infiltrado de topos, tendrá que adoptar muchas medidas impopulares que acarrearán sacrificios, tal es la herencia recibida, (para la recuperación económica, creación de empleo, regeneración democrática, reordenación territorial y de las Instituciones desviadas, etc.). Tendrá la teledirigida contestación callejera que no tuvo el PSOE, no se le concederá tregua ni cuartel y bien lo sabe.
Por bien de España que gane y gobierne con acierto sin templarle el pulso. Si yerra, tiempo habrá para pasarle factura. De momento, que tenga las soluciones preparadas y vaya elaborando las disposiciones legislativas para implantarlas, por orden de prioridades más urgentes, a partir del día D, hora H.