domingo, 17 de julio de 2011

EL SENADOR CURBELO Y LA SAUNA

 

Que un político, en este caso el senador socialista y Presidente del Cabildo de la Gomera, Casimiro Curbelo,haya ido de "picos pardos" a nadie debería extrañar ni ser noticia. Los políticos no profesan los votos de obediencia, pobreza y castidad de las órdenes religiosas mendicantes. Si acaso se ven vinculados por el primero- la obediencia- en cuanto a seguir las directrices del respectivo partido y aún así hay díscolos o rebeldes como los tránsfugas.

En los países latinos hay bastante condescendencia con las "canas al aire" de cintura hacia abajo y otras debilidades como, por ejemplo, la mentira; severamente reprobadas en los anglosajones, centro europeos y nórdicos cuando salen a la luz.

Lo publicado acerca del local "Sauna Gola" en donde estuvo el senador y la información que sobre tal sitio figura en la red( con fotos, precios,servicios...incluidos) despejan las dudas de la actividad del establecimiento; versión actualizada, moderna y confortable de las antaño denominadas " casas de recibir","lenocinio", "p...",etc.... entre otras denominaciones.

Desconocemos y no nos importa porqué acudió allí, al tratarse de asunto privado; hay algunos hombres que tan solo lo hacen por tomar una copa, curiosear y entablar hueca conversación por raro que parezca. En todo caso nada que ver con aquellos bohemios escritores y pintores que, respetados por la "casa", el ambiente del lugar y el afecto recibido fue su fuente de inspiración.

Hasta ahora diríamos que todo normal, aunque no lo sea el que padre e hijo vayan juntos; pero allá cada cual, su sentido del pudor y límites que imponga a la relación paterno filial. Más hay un pero. Si por el motivo que fuese se armó en su interior discusión o bronca, pudo ser fácilmente solventada la situación abandonando el local discretamente, previo pago de lo consumido si es que no se hizo, en prevención de escándalo o trascendencia; pero no ocurrió así, acudió posteriormente a la Policía, no ésta a él, para exponer quejas y se armó lo que se cuenta.

Desde luego que lo manifestado por el susodicho senador no ofrece más credibilidad que el relato policial y la versión del encargado o camarero del local. Las acusaciones que se le hacen, por lo hecho y dicho, que no se reproducen aquí al haber sido ampliamente divulgadas por los medios, son de suma gravedad, propias de un tipo barriobajero. Esperemos que no sea perturbada la Autoridad judicial que tenga que decidir.

Solamente con que parte de lo que se le achaca( insultos, amenazas, agresión, prepotencia, expresiones vejatorias hacia las prostitutas y de xenofobia,...) fuera cierto es motivo más que suficiente para dimitir de todos sus cargos políticos u obligarle a hacerlo y creemos que es verdad.EL que no sabe beber, controlarse ni comportarse cívicamente, no debe ocupar un cargo público.

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