Deje en paz a Noruega, Sr. Zapatero, y no se suba demagógicamente al caballo de la dolorosa consternación en que la ha sumido un psicópata desalmado, sentida como propia por toda la gente de bien cualquiera que sea su nacionalidad y condición. Ha dado las condolencias oficiales que creemos sentidas, y punto. Su llamamiento para que la Unión Europea se reúna en Oslo como símbolo del repudio al fanatismo , la xenofobia y adoptar, concertadamente, medidas concretas para erradicar uno y otra, no es mala proposición; sea en Oslo, en otra capital europea o en sede de Organismo Internacional; pero no es Vd., precisamente, la personalidad indicada para hacerlo, carece de Autoridad moral.
Duele afirmar esto del Presidente del Gobierno de España, máxime cuando en principio nada habría que objetar a un gesto con visos loables. Pero el fanatismo y xenofobia, contra España y lo español, son consustanciales al terrorismo etarra, a esa ETA que tanto se ha beneficiado por las respuestas y concesiones políticas de nuestro aún Presidente ZP. ¿Qué es si no la legalización de BILDU, la política de excarcelaciones, el chivatazo del bar Faisán, a título de ejemplo, como consecuencia de las conversaciones o pactos vergonzantes con esa banda de asesinos?
Ha dicho el Sr. Zapatero que “no es la locura la que conduce al fanatismo, sino el fanatismo el que conduce a la locura asesina”. No está mal, así en abstracto, como recurso oratorio; pero, ahora en concreto, ¿no fue acaso el fanatismo de aquel desquiciado Sabino Arana el que echó raíces e hizo que brotara entroncado en esa locura asesina de ETA? A esa banda que, cuando policial y judicialmente se la tenía acorralada y desesperada, fueron ZP, Rubalcaba y otros adláteres quienes le tendieron acolchada alfombra; pero claro, era y es por razones “políticas” , por un puñado de votos que permitan al PSOE perpetuarse en el poder. Mercancía vendida como “proceso de paz”. Y eso, a España y a las víctimas del terrorismo que les den.
En estas lamentables circunstancias, con Noruega y por los noruegos lo que haga falta; mas para lo que hubiera que hacer que lleve otro la batuta. Respecto a las alusiones que el asesino Breivik hizo sobre el Sr. Zapatero, no tendrán aquí reproducción, eco ni respaldo por provenir de un fanático psicópata criminal; en este caso estamos junto al Sr.Zapatero porque ningún juicio de valor ni pensamiento justifican la violencia.Para censurar a ZP, por lo que creemos su descarriada gobernación, no nos hacen falta las “razones” y “argumentos” del criminal Breivik; nos bastamos solitos, utilizando exclusivamente las constitucionales libertades de opinión y expresión, sin creernos tener el monopolio de la verdad
No hay comentarios:
Publicar un comentario