Quienes te segaron la vida tal vez no supieran que mataban a Facundo Cabral, o tal vez sí. Los disparos pudieron errar o no en el objetivo buscado . Eso y los autores materiales e inductores, queda reservado para los investigadores. Lo cierto es que te “pasaportaron” a donde no temías ir.
Liberado de tu corpóreo revestimiento, partiste de Guatemala al paradisiaco jardín de “ Guate mejor” al que tantas veces, sin denominarlo así, te referías en tus poemas que, con el paso de los años, devinieron en cantos espirituales. Sensaciones íntimas recitadas o cantadas en mensajes repletos de trascendencia, denuncia, prédicas de mano tendida, amor, justicia y libertad.
Te has ido sin irte, continuas junto a la comunidad iberoamericana a través del legado que nos regalaste, del cual es una muestra la presentación que se incluye disponible en You Tube: “No estás deprimido, estás distraído”
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