Los pregoneros lo han anunciado por toda " Hispanilandia": " El paro ha bajado durante el mes de Mayo en 98.265 personas en relación al mes anterior ", y a continuación han repartido las hojas sueltas con los detalles. Ya era hora de escuchar una buena noticia, aunque la cautela no invite a brindar con cava ni a echar las campanas al vuelo. "Menos da una piedra", hay que decir con optimismo esperanzador, sin olvidar que " piedra a piedra se hace el camino".
La buena nueva no es para gritar ¡ albricias !, en expresión de júbilo, pues largo y penoso es el camino a recorrer; pero es reconfortante. Se merece, no obstante, un trago de vino tinto con sifón a salud de esos casi 100.000 que han encontrado trabajo, con deseos que les dure, y a la de los que los han contratado para que les vaya bien el negocio y puedan emplear a más. Si hay que repetir uno o varios tragos para estimular el mercado laboral, no hay problema: no se conduce y en paz.
El ver paliadas en parte, aunque fueran temporales, algunas de las penurias que se enseñorean en estos lares, son pequeños sorbos de satisfacción que no nublan el recuerdo de España, reconvertida en esta " Hispanilandia" del desbarajuste autonómico y desencadenante mayor de nuestros males. En cualquier caso, bienvenido sea el aroma que en su pasar dejó el mes de Mayo.
Siguen sin eliminarse empresas públicas,asesores inútiles,enchufados varios de los partidos políticos.A ver si llegamos algún día a una auténtica democracia donde los diputados se deban a los electores y no al mandamás del partido.
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