martes, 11 de junio de 2013

CRISTINA CIFUENTES Y EL ABORTO.

 

Si lo hubiera dicho Celia Villalobos, diputada del Congreso y vicepresidenta 1ª del mismo por el Partido Popular, no hubiera sorprendido, pues conocida es su posición pro abortista, como el descarado desparpajo con el que se pronuncia en ocasiones, lindante con la ineducación; pero que salga de la boca de una mujer tan modosita y responsable, cual parece ser la Delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, compañera suya en la militancia popular, pues, la verdad, ha extrañado a gran parte de los que sólo  la conocen por sus intervenciones televisivas a causa de los " escraches"- acosos- y algaradas callejeras que, como era de esperar por su cargo, repudia.

Y es que, según recogen algunos medios, la Señora Cifuentes, en un desayuno informativo de la revista Vanity Faire, tras declararse en contra de los corruptos políticos y de los que hay en su partido, sin mencionar nombres, dijo lo siguiente sobre la proyectada Ley de reforma de la del aborto. " Yo no hubiera tocado la ley anterior, no hacía falta haberla modificado, no había una demanda social, era una ley que ya estaba aceptada por la sociedad española. Yo, personalmente, y es una opinión diferente a mucha gente de mi partido, soy más favorable a una ley de plazos".

O sea, por un lado alude a la falta de " demanda social" y a la aceptación " por la sociedad española" de la Ley socialista de Zapatero que el Gobierno de su partido dice querer reformar. Por otro, reconoce que mucha gente de su partido opina de modo diferente a ella, confundiendo el todo por la parte al ignorar los millones de españoles que están en contra del aborto, y muchos de ellos votaron por tal motivo al Partido Popular que incluyó dicha reforma en su programa electoral.

Cristina Cifuentes es muy libre de opinar, pero no es consecuente, como otros de sus correligionarios, con el programa electoral de su partido. Ya se sabe que muchas de las promesas que contenía han sido incumplidas, alegándose causas de fuerza mayor, pero ninguna debe legitimar la muerte provocada del concebido que tiene el derecho a la vida.

En cualquier caso, quédese la señora Cifuentes con su conciencia en lo que al aborto respecta. Al retratarse, se ha desvanecido para muchos la imagen que despertaba admiración.

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