Las enfermeras españolas destacan por su cualificación y profesionalidad. Son las más próximas al enfermo, lo cuidan con destreza, delicada ternura y ese especial toque de humanidad que las caracteriza. Testimonio de ello dan los pacientes que están o han estado ingresados en centros hospitalarios, sus familiares y quienes los visitan.
Es una gente vocacional, de no ser así no se entendería su entrega y dedicación a tan abnegado trabajo al servicio del paciente. No es de extrañar su demanda en muchos países del extranjero, lo que es motivo de orgullo y nos engrandece como parte, no suficientemente aireada, de la" marca España".
Acostumbrados a autoflagelarnos con el derrotismo que todo lo presenta de color negro, solemos insistir sobre lo negativo y a no resaltar, como se merecen, nuestras excelencias; que ciertamente las tenemos en muchos ámbitos y no sólo en los triunfos deportivos de los que con razón nos pavoneamos. Una de ellas es el colectivo de enfermería; encabezando el título en femenino, al referirnos a sus integrantes, por ser tradicionalmente mayoritario en este sector de la sanidad.
Con estas líneas se ha pretendido reconocer la extraordinaria labor que presta esa buena gente al enfermo y por extensión a la sociedad. El blanco que visten es el de los ángeles en los cielos.
Tienes toda la razón.En la Guerra de Cuba,como no existían las enfermeras como ahora,hacían sus veces las hermanas de la Caridad.No sólo fueron unos ángeles para los enfermos,sino que bastantes murieron en su abnegada labor.Ya que has tenido la buena idea de poner a las enfermeras en su sitio no está de más acordarnos de aquellas heroínas
ResponderEliminar