jueves, 20 de junio de 2013

“ PECADORES, CORRUPTOS Y SANTOS “

 

Los casos corrupción que vienen trascendiendo se extienden con el pasar de los días a medida que las investigaciones avanzan, hasta el punto que ya nada extraña, habiendo lodazales por todas partes, sobre los que es ocioso insistir porque los airean los medios, aunque algunos acentúen la ventolera en la dirección que más les place o conviene.

Las faltriqueras, llenas a rebosar, van acompañadas por la desfachatez de quienes las han ido engordando y han hecho su delincuencial Agosto durante todos los meses en sucesivos años.

Se sabía o se sospechaba, pero era difícil imaginar el grado de su extensión y los oscuros recovecos de complicidades y consentimientos, sin los cuales no hubiera llegado a convertirse en gangrena.

El expandido mal de la corrupción ha sido condenado por el Papa Francisco en reciente alocución con afirmaciones tales como: es el “ anticristo”…, "los corruptos son un peligro, ya que son adoradores de sí mismos, sólo piensan en ellos y consideran que no necesitan a Dios"…, "un peligro también para los cristianos, ya que sólo piensan en ellos". Como no se libran de dicha podredumbre algunos que dicen serlo, habló de los "tres modelos de cristianos en la Iglesia: los pecadores, los corruptos y los santos", y puntualizó : "¡pecadores sí, corruptos no!", para resaltar la grave malignidad de la corrupción.

De tales palabras se puede inferir que el egoísmo implícito en la idolatría del dinero, unido al prescindir de Dios, son los pilares sobre los que se asienta la peligrosa corrupción. El ser agnóstico, por sí sólo, no implica ser corrupto, de no ir acompañado del egoísmo depredador. El ser cristiano no inmuniza contra el pecado, el propio Papa ha dicho que " todos somos pecadores". El proclamar que se es cristiano, apartándose de las enseñanzas de Cristo, centrando las miras en el enriquecimiento personal a costa de rapiñar en el erario público en perjuicio de la sociedad, es el endiosamiento de si mismo por el que se entra a formar parte de la legión del “ anticristo”.

Reconforta y es un estímulo saber que en la Iglesia también hay santos en vida, tal vez más de los que podamos imaginar; pero no acostumbramos a reparar en ellos, les gusta pasar desapercibidos.

Es costoso no caer en la tentación del pecado, no lo es tanto alejar el de la peligrosa corrupción si vencemos al egoísmo y miramos a Dios.

1 comentario:

  1. Cuando el fin es hacer dinero como sea,y disfrutar como sea,la persona da de lado a los valores.Cuando se extiende a los países se camina hacia un desastre más tarde o más temprano.

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