viernes, 7 de junio de 2013

EL BOTELLÓN

 

Parece que el proyecto en estudio de multar a los padres/tutores de los menores que, por la moda del botellón, son atendidos hospitalariamente por exceso de ingestas de bebidas alcohólicas, es un globo sonda para ver la previa reacción social hacia el mismo. Las opiniones emitidas son diversas, pero han servido para abrir un debate sobre la realidad y gravedad del problema.

A bote pronto, sin mayores profundidades, se puede pensar que sería una medida injusta por cuanto qué culpa se tiene sobre lo que el menor a cargo hace fuera de casa, salvo la responsabilidad subsidiaria estipulada en el Código Civil respecto a daños a terceros, a no ser que se consienta deliberadamente la embriaguez o haya un manifiesto desinterés por aquel a quien le corresponde la patria potestad o la tutela. En todo caso, para cualquiera de estos dos supuestos se podrían aplicar las medidas ya contempladas en el ordenamiento jurídico.

Estamos ante un fenómeno sociológico, dañino para la salud y de déficit educacional, arraigado en parte de la juventud por la displicencia de todos- familia, educadores y gobernantes- que ha minado la autoridad al dar rienda suelta a la permisividad, ante el cual se sienten muchas veces impotentes quienes quieren hacer uso legítimo de aquella.

Afortunadamente, son mayoría los jóvenes- aunque pasan desapercibidos- que no secundan la moda del botellón como ilusoria vía de escape, o de engañosa autoafirmación. No obstante, ello no debe servir de consuelo ni para entretenernos a polemizar si fue antes el huevo o la gallina. El problema existe y va en aumento, la solución no es fácil, y todos deberíamos comprometernos en buscar alternativas saludables para el necesario ocio juvenil, conjugando educación y responsabilidad.

No podemos resignarnos a que una parte de la juventud, menospreciando el peligro del consumo inmoderado del alcohol, se cierre el camino al futuro de la vida que empieza a recorrer.

3 comentarios:

  1. Se debería multar a padres, tutores, locales y supermercados que les venden alcohol siempre y cuando se tratará de menores.
    No por responsabilidad subsidiaria sino por desidia. Si tu hijo menor no aparece por casa en toda la noche, es como para preocuparse y, si no te preocupa, es desidia

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  2. El botellón es una muestra más del declive de la sociedad europea, entre la que se incluye la española. Se ha defendido la diversión a todas horas(salida de los estudiantes por la noche de jueve,viernes y sábados ,aprobar sin saber, estudios pagados por los demás en la mayor parte de los casos ,pérdida de los valores cristianos....)¿Qué queda? Vulgaridad y vagancia, de la que es muestra el "botellón". Tienen bastante culpa los políticos, después los padres, y los maestros actuales que en muchos casos campan sin respeto enseñando a sus discípulos ideas nocivas. Lo malo es que desde arriba no se da ejemplo.

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  3. Desde mi punto de vista, no esta en si que el problema radique en el botellón, antes habian guateques, discotecas, pub, consumo de alchol en familia, sino más en la incidencia de la responsabilidad, y del sentido de autoridad que entre otros a perdido la familia. Es normal que menores de 13 años lo contrario de estar en sus casas, esten en una fiestas de esta, sea la que sea?, el fenomeno para mi radica en que hemos eliminado dicha autoridad en diversos estamentos, tanto a nivel educativo a través de los maestros y la ausencia de ese sentido en algunas familias, de forma general. Esta es una parte de la sociedad que hemos potenciado, pero como reza el artículo no seria de justicia, el generalizar, olvidando a miles de jovenes comprometidos con la sociedad, ya sea de forma personal, o de forma asociativa. La eduación es la base de todo.

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