Peregrinos que hacéis el Camino
para abrazar al Apóstol Santiago,
si no queréis tener disgustos
olvidad lo de “ mata moros “.
Invocad la protección del que
Jesús llamó hijo del trueno.
Rayos y centellas os caerían
y truenos os aturdirían, por
incurrir en xenofobia al aludir
a la morería.
Hay que meter en el cajón,
cerrado con siete llaves,
ciertas denominaciones,
consideradas, según los casos,
racistas, discriminatorias u
ofensivas.
Con el “ calidoscopio “ de la piel
y del género hay que ir con tiento.
A veces, la prudencia aconseja no
decir
lo que se piensa por dentro.
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