Puigdemont ha proclamado que su partido,
Junts, se distancia de los socialistas y no
apoyará al Gobierno. Veremos cuánto durará
la decisión adoptada por la junta directiva
de la formación catalana, si la militancia
“ juntera” la confirma.
Han aprovechado el octavo
aniversario
del Golpe de Estado y de la declaración de
la independencia de Cataluña,
suspendida
momentos después, para anunciar su nuevo
posicionamiento, con visos de añagaza,
para
seguir exprimiendo las ubres del
Estado
e incrementar las inauditas concesiones
y privilegios
que, bajo chantaje, han ido
consiguiendo por sustentar al Ejecutivo central.
No le dejarán caer mientras vaya
alimentado
su insaciable gula
nacional-separatista.
El ocupante de la Moncloa, sí paga a
traidores.
Con otros inquilinos, no chuparían lo que
chupan.
El tiempo dirá. Waterloo y la Moncloa se
necesitan.
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