Despilfarro a mansalva, sin medida.
Los que vengan detrás que arreen
con la deuda contraída.
Gobiernan sin remilgos, gastan a destajo,
engrosan sus
alforjas, mercadean los votos
para seguir cabalgando a lomos del
pueblo
empobrecido y engañado.
Soportan contratiempos, resisten, aguantan
y le echan cara, todo queda en la “ famiglia “,
disimulan la procesión que llevan por
dentro.
Si les retiran el favor y bajan de las alturas,
se les abrirán las suculentas puertas giratorias.
Recompensa merecida, por el agravio inferido,
a los que pusieron su empeño para poner
a España en la más alta gloria que jamás
vieron los siglos. Valga el sarcasmo.
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