El ministro Bolaños dijo que Begoña
Gómez
“ está en este procedimiento judicial
porque
es la mujer del Presidente del Gobierno
“.
La afirmación parece evidente. Si no
fuera
la esposa de Sánchez, difícilmente hubiera
podido incurrir
en los supuestos delitos
por los que se la investiga.
En buena lógica cabe sospechar que,
“ por ser vos quien sois “, obtuvo
singulares
e inauditos “ tratos de favor “.
Sea o no culpable, en su día se
verá;
de momento goza de la presunción
de inocencia, pese a los diversos
indicios
que hay contra ella.
Contrastan sus tejemanejes con las
actitudes
de las esposas de los anteriores
presidentes,
habidos en democracia.
Si sale bien librada de estos
enredos
y su esposo sigue en el cargo,
la convendría no volver a las
andadas
ni que él las consintiera o avalara.
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