PRÓLOGO : Presentación personal

 

De vez en cuando escribo para mí unas líneas, como desahogo, por los males que se ceban en una viejita llamada España, que de niño sentía y nuca dejé de amarla. En contadas ocasiones hice partícipe de mis emociones y desencantos a algún ser querido, entrañable, que me propuso hiciera un blog, a lo que en principio me opuse pensando, creo que atinadamente, a quién podía interesar, no siendo escritor ni político. Soy, simplemente, uno más de los muchos millones de españoles desconocidos, salvo en el círculo familiar y de amigos, que no me avergüenzo en decir que frecuento semanalmente la Iglesia aunque, por no ser todo lo consecuente que cabría esperar de un cristiano, generalmente es para pedir perdón y más de una intercesión. Para que no haya confusiones aclaro que no soy dado a rosarios y novenas; mis rezos se limitan en muchas ocasiones a cerrar los ojos y esperar que Dios me hable.

¿Políticamente cómo pienso?. Ante todo amante de una España unida, digna y respetada. En lo social, defensa de los pobres, de los auténticamente trabajadores, de quienes se ganan el pan con el sudor de la frente, no me hace falta ninguna demagogia sindicalista, sea se izquierda, neutra o de derechas. En lo familiar: defensor de dicha institución, pensando que si uno fracasa en lo más cercano y querido ¿de qué puede vanagloriarse?. En lo político: España y su unidad; enamorado de ese plural y diverso mosaico de paisajes, costumbres, gastronomía, tradiciones y lenguas que la hacen única, madre de todos que, más allende de nuestras viejas fronteras, extendió su razón de ser en la época y su voz en española parla.


Considero la responsabilidad, honradez, la verdad, el desenmascaramiento del mal, el desterrar odios y revanchas, como sublimes virtudes. A las personas que de su vida hacen este compromiso, las considero como gente de bien, gente de orden. En todas las posiciones las hay; pero también, en demasía, aquellas que en la niñez les fueron inculcados el sectarismo fratricida y pese al trascurrir de los años en ellas persiste su “ verdad excluyente” que no admite la del oponente que trucan en enemigo.


Sin entender de blogs y aún sin saber mi decisión final, queda escrito lo anterior como presentación por si me decido, de vez en cuando, a escribir algo. De hacerlo, procuraré que sea desde mis convicciones, intentando a nadie faltar, pero sin miedo a decir mi impresiones, sentimientos, mi convencida verdad. Las discrepancias tendrán acogida, las comparta o no; en todo caso, vengan de donde vengan, las consideraré desahogos del alma. No soy dado a odiar, afortunado me considero por serlo al perdón; pero ante todo la Verdad.

De ser realidad lo del hipotético blog, será bautizado con “A MEDIA ASTA”. Pienso que actualmente así debería de ondear la Bandera de España, en señal de duelo por su previsible e inminente muerte. Ya avitaminada y cuarteada hay quienes desean la eutanasia dar.