Malos tiempos para la Justicia y la Política. Su descendente estima está en consonancia con la imagen que transmiten a través de hombres que “administran” aquella y “ sirven” a través de ésta. Una y otra se resienten por el mal obrar de individualidades, recíprocas injerencias y perversas utilizaciones. Donde es exigible la silente prudencia, se prodiga el exhibicionismo; donde la resolución de problemas, su creación y permanente conflicto
Malas prácticas en ambos campos se retroalimentan, cayéndose en un círculo vicioso, en donde unos cuantos quedan atrapados por sus personales intereses y desmedidas ambiciones, empañando el trabajo honesto, eficiente, incluso sacrificado, de tantos y tantos que no arman estrepitoso revuelo.
Quien de verdad siente respeto por la Justicia y la Política, por quienes la imparten y sirven, no se vale de ellos, no alardea del conocimiento, no intenta embaucarles y si profesa amistad nada le pedirá u ofrecerá que tuviera relación con el cometido que ejerza, si no que les guardará una respetuosa distancia y, en especial, en lo referido al cometido.
Cuestión diferente es la de quienes, precisamente por lo que son o ejercen-como se ha apuntado antes-, no paran mientes en el enriquecimiento, medro personal o consecución desaforada de ambiciones mil.
Muy bien dicho, yo echo de menos una vocación de servicio público en los políticos, parece que sólo se preocupan de subir peldaños, demostrar qué malo es el otro y de enriquecerse el bolsillo a costa de los demás.
ResponderEliminarY por supuesto...que afán por "agarrarse al butacón" hasta cuando les crecen los enanos, si tienen vocación de permanencia que opositen!!!
Desde luego, que en el panorama actual la vocación de servicio público de manera honrada y el trabajo por el bien de España, brilla por su ausencia.
Lo cierto es que el mecanismo de "Checks an Balances" (Controles y Contrapesos, según la interpretación que de la "Trias Política" Aristotélica hace el constitucionalismo anglosajón) en este pais funciona mas bien a medias. Así, efectivamente el control del Ejecutivo que hace el poder Jurisdiccional podría considerarse como aceptable en buena parte de los casos (vease p.e. caso "GAL") y en otros quasi-aceptable (vease p.e. lo del "Estatut Catalán"). Lo que desde luego funciona fatal es el control inverso ya que ha tenido que ser la iniciativa popular (Falange, víctimas del terrorismo...etc) y los propios mecanismos de autoregulación jurisdiccional quienes hayan tenido que promover el enderezamiento de los presuntos desmanes de ciertos jueces. Y ello es así porque la Separación de Poderes Russoniana no es una panacea. Efectivamente atiende la separación de "Funciones" y de "Facultades", pero ello no impide que en el camarín de ambas medren las idiosincrasias particulares. No veo mejor solución para estos males que la optimización de los recursos de control para el acceso a los cargos de mayor relevancia. El exibicionismo y la egolatría en ciertos puestos claves de la sociedad no son buenos. ¿Tan dificiles son de detectar en sus estadios precoces estas estrellas con vocación de iluminar todito nuestro firmamento?
ResponderEliminarPor cierto, al Sr. Luis Español, si me lee en este post, le informo de que tiene una respetuosa contraréplica en "Teruel también existe". Un saludo afectuoso.-
ResponderEliminar