Ante todo ¡ enhorabuena!, Majestad, por el resultado feliz de su intervención quirúrgica. Que el post-operatorio y recuperación le “vaya bonito” , utilizando el titulo de una ranchera porque se dice que le gustan estas canciones. No recuerdo quien lo definió como “ el mejor Embajador de España” y seguro que seguirá siéndolo. Bien sabe, como conocedor del sentir popular, que los españoles en su inmensa mayoría son “Juan Carlistas” y no monárquicos convencidos de los que llevan la Real Institución en la sangre.
Alguien acuñó la frase que “la Monarquía subsistirá mientras sea útil a España” y con creces lo ha demostrado desde su proclamación e investidura. Hay quienes dicen que puede hacer más por este país a la deriva, otros opinan que su proceder se ajusta a las facultades y deberes que la Constitución le otorga y no debe traspasar ciertos límites. El refranero dice que “ en el término medio está la virtud”; pero ¿ cual es ese término medio constitucional?. Ante tanto interés contrapuesto y sin olvidar que, pese a las apariencias y algunos sin guardarlas, existe soterrada y pública, una corriente de opinión activa que considera la Monarquía, encarnada en su persona, como un mero paréntesis precursor de la 3ª República, ¡guárdese Señor, guarde la Institución, de “los idus de Marzo”!, por el bien de España.
Si buena fue su formación cultural, engrandecida por las enseñanzas y virtudes castrenses, no menos lo es la de su hijo D. Felipe. Hay quienes opinan que está preocupado por el futuro de la Monarquía, lo que es posible viendo la dirección de los vientos . La complacencia del pueblo, tan manipulado e intoxicado, estará con D. Felipe, llegado el momento del relevo, si el sucesor está por la labor de la sacrificada entrega por y para España, por y para todos los españoles.. Buen maestro ha tenido y por madre a una gran Señora.
Muchos disparates políticos se vienen cometiendo y más de una disposición jurídica abyecta ha sido refrendada por Su Majestad ¿por imperativo constitucional?. Le deseo, Señor, larga vida y que haciendo uso de su ascendencia, facultad moderadora y de conciliación, retornen las aguas al cauce del cual nunca debieron salir.
No se merece España un nuevo experimento republicano como el que determinó el fraticida desenlace.
Deseos reiterados de rápida recuperación, pronto regreso a casa y siga disfrutando con las diabluras de sus nietos ( y nietas, para que no se nos enfade la Ministra de Igualdad).
Hoy ha salido el Rey del Hospital y ha estado muy acertado alabando la sanidad pública española, aunque también es cierto que dudo que haya estado en una de las largas colas de espera, pero aún así, una alegría que esté bien, y respecto al Príncipe, él tendrá el día de mañana que ganarse el respeto que hoy se le tiene a su padre. Por ahora, podemos estar orgullosos de tenerlo como futuro rey ya que es que una persona profundamente preparada.
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