EL PEPINO

 

El día 23, el siguiente a las elecciones, coincidimos con uno de los amigos socialistas, de esos que, como la inmensa mayoría de los votantes, nada pintamos ni participamos en los cambalaches políticos. Como el hombre estaba abatido y no está bien cebarse en la desgracia ajena, le invitamos a comer para que olvidara las penas. Dio buena cuenta de las viandas, la desazón no le quitó el apetito, seguramente porque en ningún momento mentamos a Zapatero al que no quiere ver ni en pintura. Agradecido, quiso corresponder pagando el pantagruélico desayuno de los sábados, el de hoy, que se aceptó.

Puntual acudió a la cita matutina y tras saludarnos dijo con enojo: "Esos alemanes y la Merkel se creen los amos de España. ¿A qué santo vienen ahora metiéndose en nuestras cosas y con Pepiño?". Desconocedores de lo que acababa de decir le inquirimos más datos, respondiendo: "Que Pepiño ha llevado un mal bicho a Alemania y por su culpa han muerto algunos alemanes y enfermado más". Ante nuestras risas que reprochó airadamente como  falta de patriotismo, nos vimos precisados a sacarle del error.

En Alemania no se había cuestionado a José Blanco, coloquialmente conocido como" PEPIÑO", si no a la hortaliza española exportada allí, llamada PEPINO al que, temeraria y apresuradamente, le achacaron ser el portador, en origen, de una bacteria causante hasta ahora de 9 muertes y más de un centenar de afectados en su salud, cuando parece ser que la contaminación del pepino pudo originarse fuera de nuestras fronteras; en todo caso, los análisis y comprobaciones complementarias lo determinarán.

Para que se cerciorara de su confusión, posiblemente por hablar de oídas al vuelo, le pasamos el diario que en el bar está a disposición de los clientes.( Antes de continuar con el relato, expresamos sinceras condolencias por los fallecimientos y deseamos la pronta recuperación de los enfermos).

Ni qué decir que el resto de la tertulia fue en torno al pepino y su relación con la "operación bikini" que lleva, en la antesala del verano, a que mujeres y hombres coquetos se entreguen a rigurosas dietas a base de ensaladas, y otros alimentos bajos en calorías, con tal de lucir esbeltas figuras en la playa una vez menguadas las adiposidades sobrantes.

Sobre la "operación bikini" y el pepino hubo chascarrillos a montón; habiendo unanimidad que quienes opten por el adelgazamiento no tienen por qué alarmarse, que sigan consumiendo el recomendado pepino en ensaladas, gazpacho o sólo con aceite y sal; a gusto de cada cual. Se propuso, por patriotismo y en defensa de nuestras hortalizas, el eslogan : "ponga un pepino en su vida, téngalo a mano".

Pero como siempre hay receloso/as e hipocondríaco/as, por aquello de "cuando el río suena....", si se desconfía de las bondades del pepino español, también tenemos la zanahoria que favorece el bronceado y posiblemente olvidado en la despensa algún lote de pepinillos con variantes. Lo que no deben renunciar es a la clásica ensalada con  cebolla, tomate, lechuga y pepino, regada con unas gotas de aceite de oliva, vinagre y una pizca de sal.

En defensa de nuestro  pepino no hubo discrepancias políticas , ocurre como en la canción "El beso" ( " La española cuando besa, es que besa de verdad,..........pero un beso de amor no se lo dan a cualquiera”). Lo propio sucedió con “Pepiño” por  su carácter agriado cual torrente de vinagre, que tampoco agrada a nuestro anfitrión socialista(léase “paganini”) de esta mañana.

Hemos encontrado en la red una curiosa y movidita canción que se incluye, apropiada para cimbrear el cuerpo a su ritmo de baile, titulada "El pepino de la suerte". Que les guste.