sábado, 28 de mayo de 2011

LA SUCESIÓN DE ZAPATERO: INTERESES DE “FAMILIA”

 

La lucha por la sucesión de Zapatero nos recuerda, en hiperbólica comparación y salvando todo tipo de distancias, a las que entablaban las diferentes familias de la mafia por hacerse con el poder, ampliar el territorio y ámbito de influencia, sustituyendo la mortífera “lupara” de ésta por la intriga del talante y corrillos conspiradores. Tienen en común la defensa de los intereses personales y de “familia”, no los de la nación.¿Cómo y porqué defender algo en lo que no se cree?; en todo caso queda supeditado a conveniencias particulares o de grupo.

Es para decir “allá ellos y  con su pan se lo coman”, pero hay demasiadas cosas serias en juego que no aconsejan el pasotismo. Muchas de ellas se han perdido y dilapidado por incompetencia, demagogia o rencor (bienestar, empleo, subversión de valores, clima reconciliador, el sentimiento de España como nación única, etc..…) y nada esperanzador puede proceder de quienes han sido copartícipes de tanta tropelía, por acción u omisión.

En la mafia cuando los “arrepentidos”, faltando al juramento de la “omertá”, decidieron dar el paso( el pionero fue Tomasso Buscetta), más que hablar cantaron todo el repertorio de tarantelas. La vieja guardia socialista, incluidos los actuales que irrumpieron al toque renovador, no entonan  sevillanas, bulerías ni fandangos; a lo sumo distraen al personal con peteneras que, al decir de los calés, “traen mal fario”.

Como los artistas sin sentido del ridículo, por corto que haya sido el estrellato, no saben retirarse a tiempo y dar paso a noveles prometedores que permanecen en el anonimato. Los prebostes rosáceos, más vistos y conocidos que “la charito”, con independencia de sexo, despiden el olor de la putrefacción. Los noveles traerían aires frescos, no contaminados; incluso muchos desencantados del socialismo “zapateril” que abogan por el regeneracionismo y  la refundación.

Pero, por lo visto, no hay nada que hacer; quieren dirigir y continuar en la orquesta como hicieron los “capos" Toto Riina y Bernardo Provenzano. Estos dirigieron los asuntos de la “familia”  desde la “sombra” o discreta casa de campo; aquellos desde la ostentación y la publicitada imagen, persistiendo en el empeño sin pudor, pese a la ruina a la que nos han llevado, aunque “prometieron por su conciencia y honor….” En la mafia se hace juramento de "familia" para el mal y ¡ay! del que lo incumple.

Riina cedió el testigo a Provenzano. El desahuciado Zapatero, ayer ante sus barones y hoy en el Comité Federal, apadrinó a Rubalcaba como el mejor aspirante a la Presidencia del Gobierno. Rubalcaba, emulando los gestos dulces y beatíficos del sempiterno sospechoso Giulio Andreotti, dio el si agradecido.

Se empezó con “…nos recuerda…”, un símil que no implica asociación  con las criminales mafias; si alguien lo ha entendido así ya puede ir “desentendiéndolo”. No hay que confundir churras con merinas .Aquí, la única mafia autóctona que tenemos es la de ETA.

Pero como hemos hablado del juramento de la mafia siciliana, sirva como ilustración o, al menos para unos segundos de distracción, la escena del mismo(Los soprano-juramento) disponible en Youtube

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