El Tribunal Constitucional ha
dictaminado,
barriendo a favor del Gobierno
Central
y de los separatistas catalanes, que la
la Ley de Amnistía a los encausados por el “
Procés “
independentista, no es
inconstitucional.
Avalada la resolución por 6 votos “ progresistas
”,
contra los 4 discrepantes de los “ conservadores
“,
desprende un tufo hediondo,
jurídico-político.
Prestigiosos y numerosos profesionales del
Derecho
y de la Justicia se han opuesto a ella,
considerándola
una Autoamnistía y aberración
jurídica.
A nuestro simple entender, se pactó en el
mercadillo
con trueque de mercancías, cuya finalidad es el “ do ut des “:
facilito tu “ sueño húmedo “ y mantienes a Pedro
en el Poder.
Cándido Conde-Pumpido, muñidor de Sánchez en este
trato,
se aplicó en complacerle. Pronto se publicaron
los vídeos,
en los que el aún Presidente del Gobierno y otros
prebostes “ sanchistas “,
decían que en la Constitución no se contemplaba
la Amnistía
y no la habrá. Las palabras de esta gente
dependen
de sus personales intereses. Las retuercen,
afirman y desmienten, con una caradura aplastante.
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