domingo, 29 de junio de 2025

ESCALOFRÍOS EN EL TÓRRIDO CALOR

  

Aguantar el calor procede,
 
aliviarlo y evitar el sol
 
cuando se puede,
 
caminar por la sombra,
 
hidratarse y comida ligera,
 
refugiarse en casa
 
en sus horas punta,
 
no arriesgarse a la insolación
 
ni a los golpes de calor.
 
Son las medidas elementales,
 
que en los veranos se recomiendan,
 
pero no todos las pueden seguir.
 
Hay gente que trabaja en la calle,
 
a pleno sol del día;
 
otros viven a la intemperie,
 
rodeados de miseria, bebiendo
 
en la fuente, mendigando
 
y pidiendo ayuda por Caridad,
 
La casuística es variada.
 
Los segundos son personas
 
en pena y sin esperanza, a las que
 
se mira de reojo, se pasa de largo y
 
no se aguanta la tristeza de sus ojos.
 
Los reconfortados, con aire acondicionado
 
y la nevera llena en sus casas,
 
cada vez menos entre la clase media,
 
no se prodigan lo suficiente,
 
para aliviar las penurias ajenas.
 
Se recrean en su suerte y suspiran por
 
no engrosar la fila de los desamparados.
 
Los benefactores pudientes, las grandes
 
superficies de alimentación, algunas personas
 
desprendidas y “ Caritas “ suplen en gran parte
 
las ineficacias oficiales del pregonado “ Estado
 
del Bienestar “.
 
Pese al tórrido calor, da escalofríos
 
ver las penalidades de los desasistidos. 
 

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