Lejos queda el lema: “ ¡ Santiago y cierra, España ! “,
e ignorado en demasía su real significado.
Sancho preguntó a D. Quijote por qué se
dice
Santiago y cierra España, si está
abierta;
respondiéndole el hidalgo caballero
que cerrar era un grito de formación
militar
para el ataque, equivalente a que “ Santiago nos
ayude,
vamos a la pelea y todo por España
“.
Ahora, España está abierta, pero en
canal.
Sus heridas manan chorros de sangre,
que no se quieren o pueden taponar.
Las causan las politiquerías
egoístas,
fratricidas y disgregadoras, que
alarman
al pueblo sufriente; pero no es cuestión de
precipitarse
y levantar las armas contra los
carniceros.
La Justicia tiene sus tiempos.
Que en la concentración del Domingo en
Madrid,
se clame contra las heridas
sangrantes
de la Nación y sus causantes,
infligidas a base de “ puñaladas traperas
“.
España necesita con urgencia una
transfusión
de honradez, rectitud, esperanza e
ilusión,
que la riegue de savia sana y nueva.
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