Hoy, sobre media mañana, un palomo deportivo se encontraba acurrucado, triste y desvalido, cual esperando su fin resignadamente, junto a una charca. Cariñosas manos lo recogieron observando que además de los colores y anilla que lo identificaban, llevaba bajo una de las alas el número de un teléfono móvil estampado. A la llamada efectuada respondió un hombre al que se le informó del hallazgo y el lugar, personándose poco después para hacerse cargo de su palomo, que hacía dos días no había regresado al palomar tras haberle dado suelta para cortejar a la paloma, en competición con otros aspirantes, y regresar ufano con ella a casa.
Dijo que estaba en buen estado, aunque apenado y falto de alimento de lo que se repondría muy pronto y, por tanto, listo para volver a volar en ese arte y gracejo de la colombicultura. El hombre quedó contento, satisfecho quien encontró y recogió el palomo devolviéndolo a su dueño. Hecho real que puede parecer intrascendente, pero que encierra una preciosa carga simbólica, y quisiéramos que premonitoria de un final feliz, sobre el extravío y estado calamitoso de España.
Se incluye la canción, disponible en You Tube, "La muerte del palomo" interpretada por Rocío Dúrcal. Así como el palomo encontrado hoy fue salvado de perecer y emprenderá nuevos vuelos, que España recobre el vigor que tanta falta le hace y el dueño del palomar tenga la resolutiva determinación para que sea posible. Cuando ello suceda será cuestión de poner letra, música y voz a nueva ranchera que lleve por título " El resurgir del palomo". Los malos vientos soplan por todas partes,hay quienes disparan a discreción contra todo lo que vuela; así que a volar alto, en dirección acertada y con brío para no ser pasto de los carroñeros.
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