¿Qué está pasando? Sabemos que lo hemos hecho mal, viviendo por encima de nuestras posibilidades, endeudados interna y externamente hasta las cejas, robo y saqueo del dinero público, estafados por una parte de sistema bancario-financiero; extenuados por la elefantiásica partidocracia, el artificial engorde administrativo y el chollo sindical,... , y que salvo los que se han dedicado honradamente a trabajar, o están en paro sin su culpa, hay escalonadas responsabilidades a exigir.
A nivel interno la crispación y descontento va en aumento, el pesimismo es creciente y la generalizada crítica político-económica no se queda corta. Igual resulta que al Gobierno, con sus aciertos y errores, no lo consideran legitimado para gobernar, pese a su mayoría absoluta, porque lo estigmatizan de derechas y lo quieren desalojar cuanto antes. Derecha, opción legítima de la que se avergüenza pese a que la mayor parte de sus votantes no ocultan el así considerarse.
El viejo y sufridor observador anda desconcertado, preocupado y, si se apura, asustado. Busca resguardo ante las algaradas callejeras, solo recibe noticias alarmantes, ve como continua el paro y se agudizan las necesidades. Quisiera unidad para poder superar todos juntos la crisis, pero solo percibe acaloradas controversias y a un Gobierno hostigado del que no sabe si lo está haciendo bien o mal dada la división de opiniones.
Entonces, vuelve a preguntarse ¿ qué está pasando?, ¿cuál y cómo será el final?, mientras mira a sus nietos y lanza el triste suspiro ¿qué será de vosotros, cuál el futuro?. Le flaquean ya las fuerzas, poco o nada podrá hacer por ellos, solitos tendrán que labrarse la vida; empezó la vuelta atrás.
No hay comentarios:
Publicar un comentario